5 mitos al comprar vivienda en Colombia desde el exterior
Mitos al comprar vivienda entendiendose Mito: (sustantivo) Del griego mŷthos. Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene. En otras palabras: un “cuento chino” que se aleja de la realidad.
Lo sabemos: comprar casa es una de las inversiones más grandes de la vida, algo que emociona y asusta por partes iguales y, en definitiva, una decisión que no debe tomarse a la ligera. Si a esto le sumamos realizar el proceso a distancia, es normal que se prendan todas las alarmas y surjan mitos; una serie de ideas equivocadas que se convierten en “cuentos chinos” y se transmiten de persona a persona sin ninguna justificación financiera.
En este artículo recopilamos los mitos más comunes que escuchan los asesores de Viventa en su día a día, y los desmentimos con mucha ciencia y buenas explicaciones, tal y como lo hacen ellos en sus conversaciones con personas reticentes que luego se convierten en felices clientes. Si ustedes son más de escuchar que de leer, les recomendamos que cojan un par de audífonos, se pongan los zapatos de correr o los guantes de lavar los platos y escuchen una versión sonora de este tema en el segundo episodio de nuestro podcast “Mi casa en Colombia”: Miedos, mitos y errores a la hora de comprar vivienda en Colombia.
Ahora sí, ¡a tumbar mitos!
Mito #1: “Yo no le veo ninguna ventaja a hacer los trámites desde el exterior. Prefiero esperar a que lleguen las vacaciones, viajar a Colombia y sacar el crédito directamente en el banco y sin intermediarios: ¡gasto menos y lo dejo listo!
Es una de las dudas más comunes de los clientes, según los asesores, o una de las razones por las cuales se ponen en contacto con Viventa: “muchas veces nos llaman ellos después de haber ido a los bancos en Colombia cuando van de vacaciones, pues allá les informan que al ser residentes en el exterior no es posible realizar la solicitud directamente con el banco”. La explicación es esta: los bancos colombianos no pueden establecer operaciones directamente en otros países, por eso deben aliarse con empresas especializadas, también llamadas “brokers”, las cuales se encargan de analizar el perfil financiero del cliente, verificar su información, y reunir los documentos correspondientes para ver que la persona cumpla con los requisitos del banco en Colombia; uno de ellos el reporte de crédito de su país de residencia, que permite comprobar sus hábitos de pago e historial crediticio. Por todo este trabajo, Viventa cobra una tarifa fija sin importar el monto del crédito ni la entidad financiera que el cliente elija.
“Nosotros conocemos al colombiano en el exterior, vivimos en el exterior y sabemos cómo manejar cada caso. En Viventa les vamos a ayudar a hacer todo el proceso sin salir de sus casas: de esta forma, se ahorra tiempo y dinero, pues no hay ninguna necesidad de viajar a Colombia, y todo se maneja a través de un apoderado. Además, hay partes del proceso que no se hacen de un día para otro, y habría que pasar temporadas muy prolongadas en el país, lo cual es muy difícil si vivimos y tenemos nuestras obligaciones en el extranjero. Al hablar con los clientes les dejamos claro que nosotros no somos empleados de los bancos; somos sus principales aliados y nos encargamos de hacer todas las verificaciones y validaciones del colombiano en el exterior, para entregarle todo a la entidad financiera en Colombia, y que ésta pueda emitir esa carta de aprobación para proceder al desembolso sin ningún inconveniente”, cuentan los asesores de Viventa.
Mito #2: “¿Para qué le voy a dar plata a los bancos? Yo mejor ahorro y compro mi casa cuando tenga el dinero completo”
“Si tenemos la opción de comprar una casa de contado, ¡genial!, pero no es fácil tener todo el dinero a nuestra disposición, estamos hablando de 100, 200, 300 millones de pesos, o más. Además, por más que ahorremos, lo más probable es que se nos presenten novedades en el camino, y tengamos que usar parte de ese dinero para otras cosas. Supongamos que queremos comprar una propiedad de 200 millones de pesos y empecemos a guardar para poder hacerlo dentro de unos años, digamos que 5: sin contar con esos gastos imprevistos de los que hablamos anteriormente, cuando hayamos reunido los 200 millones, la propiedad que queríamos habrá subido de precio y en vez de costar 200 millones, costará 240 millones de pesos por la valorización de los inmuebles en Colombia”, explican los asesores.
“La ventaja de hacer un crédito hipotecario es que puedo hacer una compra inmediata congelando el valor de mis propiedad y ganando esa valorización del inmueble. Además, si rentamos la propiedad que compremos en Colombia, es posible usar el dinero del alquiler para pagar una gran parte del monto del crédito, facilitando esa carga financiera. Ahorrar siempre es una buena alternativa, pero en este caso nos va a dilatar demasiado el proceso de compra. La recomendación es tener un ahorro para ayudarnos a iniciar ese proceso de compra en Colombia, pero no esperar a tener la totalidad del dinero que creemos que nos va a costar la propiedad, porque tal vez no vamos a poder reunir el dinero, o no vamos a lograrlo a tiempo y perderemos la oportunidad de cerrar algún tipo de negocio que se pueda hacer de inmediato”.
Lorena Cardona, Directora de Inversión Inmobiliaria de Viventa, agrega un punto clave dentro de este mito: “Los precios y las condiciones de los inmuebles varían en el tiempo, y a veces la gente no se da cuenta de que comprar sobre planos -o en preconstrucción– es una forma de ahorrar porque tú vas pagando tu cuota inicial mes a mes; es igual a si estuvieras guardando una plata en el banco, o en el marranito, mes a mes, con la diferencia de aquí ya te estás ganando la valorización y te estás convirtiendo en propietario de una vivienda. Ese mito es muy común pero la verdad es que no hay mejor forma de ahorrar que empezando el proceso e invirtiendo en una propiedad que hoy tiene un precio, y que en dos años será mucho más alto”.
Mito #3: “Es más barato arrendar que comprar, y me ahorro los impuestos anuales como el predial. Incluso si hay que hacer arreglos, se le piden al dueño y mi bolsillo no sufre”
“Más barato rentar… No. Realmente las cuotas de los créditos hipotecarios vienen a ser muy parecidas a lo que se paga de renta en una propiedad dependiendo de la zona en que se viva. Si mi miedo es tener gastos adicionales por arreglo de la propiedad, puedo comprar un inmueble nuevo, con una garantía que me va a ayudar en caso de cualquier inconveniente durante la etapa de entrega de la propiedad. Al arrendar le estás dando tu dinero a otro, ¡es una plata que se te está yendo de las manos! mientras que si lo usas para pagar tu propia casa, el día de mañana la vendes, la alquilas, o inviertes en otra cosa: tienes tu dinero asegurado, estás protegiendo tu patrimonio y el de tu familia en vez de dárselo a un tercero”, opinan Lorena y su equipo.
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En esta transacción también hay intangibles muy valiosos a tener en cuenta: la seguridad, la estabilidad y la tranquilidad de tener un lugar propio, que se pueda arreglar al gusto de cada uno, alquilar o vender en caso de emergencia, ¡no tiene precio!
Mito #4: “Que le den un crédito a uno es muy difícil y, sobre todo, ¡muy caro! Termina uno pagando la casa dos o tres veces… Los bancos son unos descarados”.
“El proceso no es difícil: nuestros desarrollos tecnológicos le han facilitado mucho la vida al cliente. La documentación que solicitamos la tenemos todos a la mano: son cosas que debemos tener en nuestro archivo personal. Los únicos documentos que pedimos y que tal vez dependen de otras personas son la carta laboral y el reporte de crédito: en Estados Unidos podemos obtenerlo con autorización de la persona, pero en otros países tiene que ser el cliente quien lo solicite personalmente a la entidad correspondiente. En esos casos los asesores estamos capacitados para guiarlos en ese proceso, especialmente si nunca lo han pedido y no saben cómo hacerlo. Los clientes tienen la seguridad de que nosotros vamos a acompañarlos en todo momento, a resolver sus dudas y a explicarles todo paso a paso, de eso se trata nuestro trabajo”, aseguran los asesores.
“En cuanto a ‘lo caro del proceso’ hay que tener claro que el banco nos va a cobrar unos intereses sobre ese dinero prestado, ese es su negocio y es así en todos los países: es verdad que en otros países estas tasas son más bajas, pero no es posible compararlas con las de Colombia porque son economías totalmente diferentes. Sin embargo, hay que decir que las tasas de interés que tenemos actualmente en el país, son históricamente bajas, y que los créditos hipotecarios tienen muy buenas condiciones: son en pesos colombianos, tienen cuotas fijas, permiten abonos a capital, y se puede prepagar sin ninguna penalidad. Debemos tener en cuenta que al ganar en moneda extranjera y pagar en pesos colombianos, estamos ahorrando mucho con el cambio, pues monedas como el dólar, el euro o la libra están muy valorizadas, y eso nos permite pagar el crédito más rápido y ahorrarnos los intereses. Normalmente los créditos que se hacen en Colombia son a 20 años, pero nuestros clientes -colombianos en el exterior- terminan de pagar a los 7 años”.
La gran disminución de las tasas de interés ha hecho que lo que se paga hoy por un crédito, sea la mitad del valor de lo que se hubiera pagado hace 10 años. Además, este año los colombianos dentro y fuera de Colombia tienen una ventaja adicional a la hora de comprar vivienda en Colombia, pues los subsidios de vivienda que ha puesto en marcha el Gobierno Nacional pueden reducir la cuota del crédito hipotecario hasta en un 30%.
Mito #5: Mito número 5: “Yo no tengo historial crediticio en Colombia, a mí allá no me prestan. Mejor no me gasto la plata en estudios y asesorías si sé que no me van a aprobar el crédito”
“El hecho de no tener crédito en Colombia no los va afectar: este mito se ha popularizado mucho porque en países como estados Unidos y Canadá el historial crediticio es muy importante para realizar cualquier tipo de proceso; nos exigen tener un score alto, y de acuerdo a este puntaje nos van a ofrecer una tasa de interés, esto nos hace pensar que al no tener historial crediticio en Colombia, no nos van a prestar. Si yo vivo en el exterior es normal que no tenga historial crediticio en Colombia: eso es bueno porque significa que no tengo deudas pendientes con ninguna entidad financiera. Por el contrario, si los gastos financieros que tenemos en el país en el que vivimos son muy altos, eso sí nos puede afectar a futuro porque disminuye nuestra capacidad de endeudamiento”, explican los asesores.
“En resumen: el banco sabe que vivimos fuera del país y que lo más probable es que no tengamos un historial crediticio en Colombia, pero sí revisan si en nuestro pasado tuvimos algún “pecado”, algún saldo en mora o retrasos en los pagos antes de migrar, en ese caso sí es posible que nos pidan algún tipo de paz y salvo y estar al día para no tener ningún inconveniente. Es importante recordar que debemos estar al día con nuestras obligaciones financieras: tarjetas de crédito, créditos de auto, otras hipotecas si tenemos una propiedad en el país en el que vivimos, u otros tipos de préstamos”.
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Después de desmentir estos 5 mitos sobre la compra de vivienda en Colombia desde el exterior, los asesores dan una recomendación final: “por favor no se descalifiquen ustedes mismos; pónganse en contacto con nosotros, que vamos a escucharlos, a analizar su situación y a asesorarlos; ya sea para iniciar un proceso de compra, o para guiarlos sobre cómo deben prepararse para poder solicitar un crédito más adelante y cumplir ese sueño de comprar casa en Colombia”.
Solicitar una asesoría es gratis, rápido y podría ahorrarte mucho tiempo y dinero. Si sientes que aún no estás preparado para comprar tu vivienda en Colombia, pero es una meta que tienes a largo plazo, un experto financiero te dará las pautas para cambiar tus hábitos negativos y alcanzar tus metas cuanto antes. Deja de procrastinar tus sueños y da el primer paso para cumplirlos: estamos a un click de distancia.